domingo, 14 de octubre de 2018

Fragmentos del Ars amandi de Ovidio.





Te ofrecemos una selección de los consejos que Ovidio, en su Ars amandi, presta a los jóvenes, tanto para conquistar a su amante como para que la relación sea duradera.






"Si alguien entre la gente no conoce el arte de amar, que lea esta obra y, al concluir el poema, que ame, instruido entonces. Con el arte, las barcas navegan veloces a remo y a vela; con el arte, corren ligeros los carros. También con el arte debe regirse el amor".

"Soldado novicio que te alistas en esta nueva milicia: esfuérzate lo primero por encontrar el objeto digno de tu predilección, luego trata de interesar con tus ruegos a la que te cautiva y, por último, gobiérnate de modo que tu amor viva largo tiempo".

"Primero que nada, debes estar seguro de que no existe una mujer que no pueda ser ganada. Hazte a la idea de que la vas a ganar".

"Sólo tú mismo puedes preparar las bases. Antes cesarán los pájaros su canto durante la primavera o guardarán silencio los saltamontes en verano que una mujer resista el tierno cortejo de un joven amante"

"No esperes a que el cielo te la envíe, dedícate a frecuentar los lugares en donde se reúnen las bellas. Sabe bien el cazador dónde tender a los ciervos las redes; sabe bien por qué valle merodea el rechinante jabalí; el que sostiene la caña conoce en qué aguas nada un abundante pescado. También tú, que anhelas dar principio a un largo amor, aprende antes en qué sitio hay mayor abundancia de mujeres.

"Tu caza está, sobre todo, en los teatros. Estos lugares son los mas fructíferos para tus deseos. Allí encontrarás algo para amar [...] porque ellas vienen para contemplar, pero también vienen para que las vean a ellas.
Tampoco se te pase por alto la carrera de caballos. Siéntate cerca de tu dueña sin que nadie te lo impida. Arrima tu costado todo lo que puedas. También es una ventaja que, aunque no quieras, la fila obliga a arrimarse y rozar a la muchacha por imposición del lugar".


"En ese momento búscate la excusa de una amistosa charla y que sean expresiones comunes y sencillas las que muevan tus primeras palabras. Si por casualidad cae polvo en el vestido de la joven, apresúrate a quitárselo con los dedos, y aunque no haya caído polvo ninguno, haz como que lo sacudes, y con cualquier motivo debes mostrarte obsequioso. Si el manto le desciende hasta tocar el suelo, recógelo sin demora y quítale la tierra que lo mancha (…) Cualquier insignificancia cautiva a un ánimo ligero".


"Cuando te encuentres en un festín en el que el vino corra libremente y en donde una mujer comparta el mismo asiento contigo, ruega a ese dios, cuyos misterios son celebrados durante la noche, que el vino no nuble tu cerebro. Es entonces cuando podrás conservar fácilmente con tu dama en un lenguaje de palabras ocultas, de las cuales habrá de adivinar fácilmente su significado...      Desconfía de la claridad vaga de las lámparas, la noche y el vino extravían el juicio sobe la belleza (…) La noche oculta las imperfecciones, disimula los defectos y, entre las sombras, cualquiera nos parece bella".

"En ocasiones debes mostrarte deseoso de su amistad únicamente. ¡No sabes con cuanta facilidad se convierte el amigo en amante!"
"El gran secreto de vivir es saber adaptarse. Proteo simbolizó esta verdad conviertiéndose en arroyo rumoroso, en león, en árbol, en cerdoso jabalí. Pues bien, usa con cada mujer un método diferente".
"En primer lugar, es mejor enviarle una carta simplemente para allanar el terreno. En ella habrás de expresarle lo mucho que la adoras; hazle bonitos cumplidos y di todas las cosas lindas que dicen los amantes... Y promete, promete, promete. Las promesas no te costaran nada. Todos son millonarios en lo que concierne a las promesas".

Que noche y día estés presente en su imaginación. Cuando estés seguro de su fidelidad emprende un corto viaje para que la ausencia avive la inquietud y, quizás, los celos". 

"No tengas a bien rizarte el cabello, ni depiles tus piernas con áspera piedra pómez. A los hombres les va bien una belleza descuidada; a la hija de Minos Teseo se la llevó sin que hubiera adornado sus sienes con horquilla alguna; a Hipólito lo amó Fedra, aunque él no iba acicalado. Los hombres han de agradar por la limpieza, pero deben curtirse en el Campo de Marte: tenga buen corte tu toga, y no esté manchada. Que tu lengua no esté sucia, ni tus dientes tengan sarro; y no se pierda tu pie nadando en una sandalia floja. Que sean la cabellera y la barba cortadas por una mano diestra. No dejes que tu cabello se enrede formando mechones en tu cabeza. ; que las uñas tampoco sobresalgan nada y estén sin mugre. Que no haya pelo alguno en los orificios de tu nariz ni un aliento maloliente salga de tu boca"  
"Apodérate furtivamente de su corazón con lisonjas; igual que una ribera saliente es socavada por el agua que corre. No te de coraje alabar su rostro y sus cabellos, sus redondeados dedos y su diminuto pie. Incluso a las más castas les agrada que se airee su hermosura".




"Las lágrimas también son un útil y poderoso recurso en el asunto del amor. Podrían derretir un diamante. Confirma este punto permitiendo que tu dama vea tu rostro empapado con lágrimas. En caso de que no logres obtener ni una lágrima - y no van a salir siempre que lo desees- métete el dedo en tus ojos".

"La mujer debe dar a conocer sus encantos; entre varios centenares de hombres, habrá al menos uno que quede cautivado. Miran al que mira sonríen afectuosas al que afectuosamente les sonríe.". 

"Tened presente que la vejez se aproxima ligera y no perdáis un instante de la vida. Imitad, jóvenes mortales, el ejemplo de las diosas, y no neguéis los placeres que solicitan vuestros ardientes adoradores". 

"Procura dejar al descubierto el hombro izquierdo, esto les sienta muy bien a las que son muy blancas; yo, enardecido, quisiera cubrir de besos lo que se nos ofrece a la vista".

"Muéstrate ávida de agradar y estate atenta a todo lo que pueda realzar tus encantos. Que el anzuelo esté siempre extendido ; el pez vendrá y morderá cuando menos lo pienses". 

"Queremos mujeres reidoras y cantarinas". 

"Aprovechaos de la juvenil edad que se desliza silenciosa, porque la siguiente será menos feliz que la primera. Yo he visto florecer las violetas en medio del matorral, y recogí las flores de mi corona entre los abrojos de la maleza. Pronto llegará el día en que ya vieja, tú, que hoy rechazas al amante, pases muerta de frío las noches solitarias, y ni los pretendientes rivales quebrantarán tu puerta con sus riñas nocturnas, ni al amanecer hallarás las rosas esparcidas en tu umbral". 


"Cierto que son pocas las caras sin defectos; atiende a disimularlos, y, a serte posible, también las lacras del cuerpo. Si eres de corta estatura, siéntate, no crean que estás sentada hallándote de pie; si diminuta, extiende tus miembros a lo largo del lecho y oculta tus pies con un traje cualquiera. La que sea en extremo delgada vístase con estofas burdas y un amplio manto descienda por sus espaldas; la pálida tiña su piel con el rojo de la púrpura. El pie deforme ocúltese bajo un calzado blanco, y una pierna desmedrada manténgase firme, sujeta por varios lazos. Disimula las espaldas desiguales con pequeños cojines y adorna con una banda el pecho demasiado saliente. Acompaña con pocos gestos la conversación si tienes gruesos los dedos y toscas las uñas, y a la que le huele la boca le recomiendo que no hable nunca en ayunas, y siempre a regular distancia del que la oye. Si tienes los dientes negros, desmesurados o mal dispuestos la risa te favorecerá muy poco. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Síndromes con nombre literario

¿Sabías que hay personajes literarios que han dado nombre a algunos síndromes o trastornos? Con este juego podrás conocer alguno.